Un duelo es una separación

Un duelo es una separación, todo duelo es una separación, ya sea por muerte, por divorcio, por renuncia, por despido.

El duelo tiene etapas, no voy a hablar de las etapas del duelo en este momento. De lo que sí voy a hablar,  es lo básico que se necesita para que el duelo se dé y termine.

El tiempo que una persona necesita para terminar su duelo, eso depende de la persona; pero lo básico para que el duelo concluya y realmente la persona salga fortalecida y con una experiencia que lo enriqueció.

Y lo básico es que la persona tenga una capacidad de renuncia y de aceptación, cuando la persona tiene  una sabiduría,  conocimiento de que hay cosas inevitables en la vida. Como el saber que la muerte es inevitable, el que termine un ciclo es inevitable, que  termine el amor es inevitable, envejecer es inevitable, la enfermedad es inevitable; así podemos hacer una lista de muchas cosas inevitables.

 Entonces la aceptación de lo inevitable requiere un conocimiento de cómo es la vida y requiere también una cuota grande de humildad, de comprensión, de obediencia,  ¿obediencia a quien? pues a la vida, a la naturaleza también; nadie puede vivir eternamente, eso no es posible.

Por lo tanto lo que empieza tiene que terminar, así es, entonces aceptación de lo inevitable es la base para llevar los duelos y concluirlos.

Y lo que se olvida es lo feo de ese dolor,  pero queda una sensación de  vacío es decir cuando una persona ya no está, una persona desaparece entonces queda un vacío como de una  ausencia y te quedas con la parte que es un sentimiento de gratitud o de amor o de cariño hacia ese ser que estuvo un tiempo contigo y todos sus defectos o las discusiones que tuviste, los desencuentros, todo eso se van, porque no tiene importancia realmente.

 Se queda la parte luminosa y eso quiere decir que llevaste el duelo a su final, ahí está la clave, aceptar y comprender lo inevitable, entonces así se suelta el sufrimiento que puedas vivir en tu vida.

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