CUANDO LOS CONFLICTOS NO LOS RESUELVES

 

Cuando aparece un  conflicto entre dos personas, se genera una espiral, o un ciclo, en el que suben sin cesar las paredes de autoprotección, por cada día transcurrido, y también suben las acciones de  defensa y  agresión.

 

Hay perturbación, heridas psicológicas y sufrimientos en ambos lados.

Para sanar la relación y restaurar el respeto y el afecto, TÚ necesitas acabar con este ciclo.

 

Afortunadamente, para acabar con este ciclo se necesita una sola persona. Y esa persona ERES TU.

 

El ciclo de conflicto es como un partido de tenis. Se necesitan dos personas para que el ciclo del conflicto vaya y venga. Lo único que se necesita es la decisión de acabar con él.  (Abandonando las  razones efímeras y muchas veces  superficiales).

 

Cuando una persona deja de jugar el juego, el ciclo ha terminado. TÚ dejas de jugar el juego cuando das aceptación, comprensión y apreciación, en lugar de resentimiento y crítica.

 

Para hacer el cambio de la agresión a la aceptación, TÚ necesitas sanar los problemas en TI, limpiar lo que crea en TI resistencia y Te impide respetar y aceptar.  (Creencias y razones).

Puedes usar los pasos siguientes para restablecer el respeto y el aprecio en cada una de tus relaciones.

 

1. Descubrir y curar la herida que ha sido re abierta por la otra persona. Finalmente, la razón por la que tú estás resistiendo a alguien es porque esa persona ha reactivado alguna herida en TI.

Cuando sanas la herida, la necesidad de resistirse desaparece.

 

2. Permite que la persona se exprese tal cual es. Esa persona es la manera que él o ella son. Esto es verdad si te gusta o no. Recuerda la otra persona es libre de ser así como tu también lo eres. No trates de cambiarlo.

Acéptalo tal cual.

 

3. Perdonar a la otra persona. Cuando rechazas a alguien todos tus sistemas se cierran y tu cuerpo se intoxica y te enfermas. Eso está comprobado. Perdona todo. Y así te perdonarás a ti mismo.

 

4. Soltar a la otra persona. DEJARLA LIBRE.

 

5. Acepta en un 100% tu responsabilidad. Cambia  tú. Transfórmate  tú.

No pidas que los  demás cambien.

 

Todos  tenemos momentos de bajón, de desánimo, de desalientos y tristezas. Todo eso  es natural y es parte de las pruebas necesarias para superarnos.

 

Ante eso hay que mantenernos en acción y activos, no hablando de las tristezas, sino generando nuevas  circunstancias y momentos felices. Dije  generando y creando. Así es, podemos  cambiar todo,  si nos mantenemos en movimiento constante en lo bueno.

 El sufrimiento es un motivante  para estar activos y no tirados en la cama o en un rincón oscuro llorando las supuestas miserias propias  o de los demás.

 

Haz algo concreto y objetivo: ejercicio, yoga, caminar, comer sano, meditar, trabajar mejor, viajar, aprender algo nuevo, hacer el amor, limpiar, etc.

¡Ya hazlo no demores más!

 

El problema no es lo que te ocurrió... es tu inacción o pereza.

 

Es tu desorden e indisciplina.

Es tu falta de ideales en la vida por los  cuales inspirarte y luchar.😀🌟🙂 ¡Levántate y véncete  a ti mism@!

Psi. Guillermo Guzmán P.

Psicología Integrativa

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