El verdadero enemigo de tu peso saludable ataca desde dentro

 La psicoanalista española Alejandra Menassa distingue cinco causas por las cuales una persona no puede adelgazar, y me pareció muy interesante incluir sus conclusiones en este libro, ya que las comparto completamente. 

1. Problemas médicos y psíquicos En muchas ocasiones la persona emprende la tarea de bajar de peso siguiendo las pautas de una dieta de moda compartida por un amigo o bien porque la leyó en alguna revista. Pero no se ocupa de, al menos, obtener un diagnóstico médico que pudiera descartar problemas proteicos, hipo o hipertiroidismo, diabetes, resistencia a la insulina, etc. De este modo, todo intento por bajar de peso será inútil, ya que es indispensable abordar el problema desde el origen, que, en estos casos, es de tipo biológico. El otro factor mencionado por Menassa se relaciona con problemas psicológicos tan importantes como la depresión. Yo agrego la ansiedad. Ambos factores están relacionados con la ingesta descontrolada de alimentos. 

2. Fantasías inconscientes En algunas ocasiones, los motivos que llevan a alguien a tener un peso excesivo están relacionados con factores ocultos en el inconsciente. Hay personas que llegan a tener mucho sobrepeso porque están «resolviendo» de forma insana problemas asociados a la sexualidad o a su identidad sexual. Por ejemplo, he conocido casos en que el abuso infantil se suele manifestar a través de esta «capa protectora de grasa», que en la fantasía del paciente lo estaría resguardando para evitar que se repita la experiencia traumática. Por otra parte, la obesidad también se convierte en una «excusa» para no encontrar pareja y así soslayar temas más profundos relacionados con la sexualidad, la autoestima o la dificultad para crear vínculos. En este caso sería al revés de lo que se piensa: engordo para no tener pareja, en lugar de la vieja creencia «no tengo pareja porque estoy gordo(a)». 

3. Falta de convencimiento Este factor está relacionado con la falta de una real motivación de la persona al enfrentar los cambios de hábitos en sus vidas. Muchas veces el paciente que lee la lista de los alimentos permitidos versus los prohibidos pierde el impulso de emprender la tarea de adelgazar. Es un factor determinante ayudar al paciente a mantener la motivación y el entusiasmo, por lo que es fundamental que la lista de alimentos permitidos sea compatible con la de los alimentos deseados. ¿Es eso posible? ¡Claro que lo es! No todo lo que brilla es azúcar. 

4. Malos hábitos Cuánto se facilitaría todo si supiéramos que, con tan solo cambiar ciertos hábitos en la forma y el contenido de nuestra alimentación, haríamos grandes avances. Sin embargo, ni los médicos ni los especialistas en nutrición cuentan con programas de entrenamiento a propósito de los malos hábitos. Y la verdad, las recomendaciones de cambiar tal o cual hábito no resultan suficientes para lograr las metas. 

5. El gran enemigo: el azúcar Aunque ya me he referido ampliamente al tema del azúcar, quisiera agregar una observación de mucha importancia. Aunque desconozco algún estudio serio que determine que el azúcar genera adicción, se ha logrado determinar que su consumo estimula el deseo de seguir consumiéndolo. Esto genera un círculo vicioso donde, entre más comemos cosas que contengan azúcares, más ganas tendremos de seguir haciéndolo. ¿No es pavoroso? Mientras esto ocurre, nuestro organismo va generando enfermedades que pueden ser mortales, desde la obesidad en todos sus grados hasta la diabetes o ataques cardíacos. Por lo tanto, sí, para mí el azúcar funciona como una droga mortal. 

Este interesante análisis de la Dra. Menassa coincide ampliamente con lo observado en la clínica con los pacientes que recibimos en el programa YAC. Vimos que las mayores dificultades de las personas, incluso antes de comenzar el entrenamiento, tenían que ver con factores de personalidad. El de mayor incidencia, sin duda alguna, es la falta de voluntad. No hay duda de que toda persona con exceso de peso desea perder esos malsanos kilos de más, lo que significa que en lo referente a su campo de «deseo» la motivación debería estar presente.